Al otro lado del camino

 

No sé en qué lugar estás tú y no se si te refieres a ti o a mi.

Lo único que sé es que es verdad que hay que arriesgarse pero yo pierdo más. Tengo más razones para no arriesgarme y más motivos para perder. Es lo que pienso y siento, tengo dudas contigo, por mucho que me hayas dicho que me quieres, que me hayas hecho oficial, yo también lo hice, por decirlo a tu gente, porque puedes mostrarme.

Pero hay una parte de mi que duda, no sé si llegaré a darme cuenta de que lo que me dices es verdad, pero ahora, hoy, dudo de que no te suceda lo mismo. De que aparezca alguien y ayer te vi como que te da igual lo que sienta la otra persona, estás por encima de ese sufrimiento, lo único que te va a importar es el nuevo sentimiento y dirás que ya no había amor.

La sensación que tuve contigo en el hotel, en la cama, es que si tanto amor tienes con la otra persona se tiene que demostrar en satisfacer lo que ella pide, puede que me equivoque, pero sentí que sólo necesitabas tú, es verdad que hubo caricias, besos y abrazos pero para mí faltó algo.

Por eso me sentí sucia, te toqué y te di, tú también pero había algo que me hizo dudar. Para ti es muy fácil quedar como amigo con todas tus mujeres, no pierdes nada, el sufrimiento lo controlas, el dolor te durará horas.

Estoy muy bien contigo, sigo diciéndolo, pero ¿has pensado alguna vez lo que quiere el otro o simplemente das lo que tú quieres o crees?

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