Amar y querer

Buenos días marido, espero que ayer disfrutaras de la tarde noche. 

No te mandé nada porque no quiero presionar ni agobiar ni crear la necesidad en el otro.

Te dije que escribiría algo bonito, pero ha tenido que ser ahora, cuando después de reflexionar por escrito y soltar mis fantasmas creo que era lo más apropiado.

Creo que el amor y el querer son sentimientos diferentes, cuando te digo que te amo es algo espiritual, algo que está por encima del cuerpo, algo que estará ahí siempre a no ser que haya un daño muy doloroso y difícil de superar, un ideal difícil de mantener en el tiempo, quizás muy pocos lo consigan. Así te amo, por encima, es un amor que no es de madre, ni de hija es un complemento a mi interior.

Cuando te digo que te quiero es porque te quiero por todo tu cuerpo, forma de ser, cómo te comportas conmigo y lo que me das. 

No tengo quejas. 

Y sí, es más importante amar, querer, sin esperar nada, desinteresado, hay que dar y disfrutar de lo que das. No pensar si el otro tiene que devolver con la misma intensidad e igual número de veces. Amar dejando al otro libre, que dé si quiere y cuando no quiera, aceptarlo. 

Sí, hace dos meses que nos miramos, jugamos y yo sin saber lo que pasaría después. 

El amor es así de caprichoso, siempre al acecho, algunas veces surge en el mejor momento y otras cuando nuestra vida está patas arriba. 

Tengo que agradecerle mucho a la vida por haberte puesto en mi camino, todos los días eres un aprendizaje, los principales valores de la vida los enseñas, porque tú ya lo has aprendido, o estás en los últimos temas, eres mi maestro. 

Si, eres un regalo, has sido un regalo para mí, me has enseñado a que hay que disfrutar del momento, de lo que tenemos y yo añado que tengo que aprender de eso y aceptar, aunque duela el futuro que venga. 

Dar sin esperar nada, dar amor sin esperar que el otro responda como queremos. Dejar libre al amor, necesita respirar y moverse y no encapsularlo ni atarlo.

Esta lección es la más importante. 

Reflexiono, pienso y valoro.

Te quiero y te amo. Agradezco tanto que hayas aparecido en mi vida. 

Estoy ahí para lo que necesites, que tenga mis historias personales no significa que yo no pueda ayudarte.

Pasa buena y bonita mañana.