Equilibrio
Aquello que nos mantiene
arraigados en esta vida unos momentos y en otros preferimos evadirnos y
dejarnos mecer por nuestros sueños.
El equilibrio constante que
algunos buscamos para no perder el horizonte, para seguir nuestro sueño o
quizás nuestras metas. Pero dónde encontrarlo, ¿dentro? ¿fuera?, ¿en los otros
o en uno mismo?
Después de días, horas y
momentos, después de más de dos meses el equilibrio parece que se va formando o
asentando, no nace de la nada y no se ha creado sin esfuerzo, sin horas de
relax, sino que lleva horas en vela, pensamientos que no cesan buscando el
entendimiento, palabras que se dicen para aclarar las dudas, confianza que va
creciendo. El cariño, el querer, el amor
se va asentando, la mistad va creciendo y el alma parece que va encontrando su
lugar, no va loco sin saber, la mente se
apacigua y entiende que no merece pensar en el más allá. El corazón no
galopa sino que se para a conciencia porque sabe que si va rápido no llega
antes.
Y después de todo eso, de las
dudas, del miedo, de no saber mucho, va apareciendo el equilibrio en la mente,
en el corazón, en el cuerpo. No manejamos casi nada nuestras emociones, éstas
vienen y van según las circunstancias,
según como nos encontramos y según el equilibrio que queremos alcanzar.
Quiero equilibrio en mi vida,
quiero sentir las emociones, quiero sentirme viva, quiero transmitir lo que
llevo dentro, quiero enseñar a que el equilibrio se puede alcanzar, hay que
respirar profundamente y soltar lastre. Quiero querer y amar de una manera
apasionada pero con equilibrio, sabiendo que éste se puede romper por nosotros
mismos o por la vida. Quiero transmitirte que estoy en equilibrio conmigo misma
conociendo las limitaciones que tenemos, pero no quiero dejar de compartir mi
vida y tu vida. Pero ahora en la distancia, con lo poco que hemos vivido, con
lo que nos conocemos, con la calma que tengo estoy dispuesta a seguir viviendo
en equilibrio contigo disfrutando del momento.
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