Agradecer

 

¿Cuántas veces damos las gracias al cabo del día?, quizás no muchas, y si lo hacemos es porque alguien nos ha hecho algo.

¿Siempre tiene que haber un motivo para ello?, no debería.

Desde pequeños nos enseñan que hay que ser agradecido, cuando alguien nos da algo o hace algo por nosotros hay que agradecérselo.

No sé si somos realmente conscientes de que deberíamos darnos las gracias a nosotros mismos, lo más habitual que no debería ser normal, es machacarnos, o negativizarnos, exigirnos, cuidar poco de nosotros, no tener pensamientos positivos hacia nuestra manera de ser o de actuar; siempre hay “un pero” o un “y si fuera o si hubiera hecho esto o aquello”. Quizás si cambiáramos el pensamiento hacia nosotros mismos y luego hacia los demás veríamos que las cosas no son ni tan malas, ni tan negativas.  Agradecer a la vida y a nosotros mismos ser como somos, lo que tenemos, aceptar nuestras debilidades y no culparnos por ellas.

Hacer frente a los problemas, a los quiebros que te da la vida, mirarla de frente y no escondernos en el lamento, ser fuertes y pensar que unas veces se gana y otras se pierde, que la vida es esto. Y agradecer lo que te da, y si es bueno para tu alma más.

Agradezco a la vida haber pasado por todo mi pasado, a pesar de los momentos malos, porque ellos me han hecho ser como soy ahora y tener lo que tengo. Agradezco a mi vida tener a las personas que tengo a mi alrededor porque de ellas aprendo y sigo aprendiendo diferentes formas de vida y de circunstancias, de acciones que ellas toman para hacer frente a sus heridas. Agradezco ser como soy, a pesar de que años atrás renegaba por ellos porque me hacía ser una oveja descarriada en muchos aspectos. Agradezco tener suerte, aunque a veces no lo vea así. Doy gracias por la familia que tengo, sé que en otros momentos era negativa con ella. Doy gracias a mi madre, por haberme traído al mundo y darme su amor incondicional, ayudarme en mis momentos malos y duros, apoyarme, aconsejarme y hacerme compañía. Doy gracias a mis hijas porque con ellas mi vida es más dinámica y me han enseñado y ayudado también en mis malos momentos.

Ahora, te doy gracias a ti, por haber aparecido en mi vida, por haberte decidido a dar el paso, por haberme escuchado y ayudado. Gracias por darme tu amor como amigo, compañero, colega, novio, marido... Gracias por sacarme una sonrisa cuando no tenía buen día, y hacerme ver que la vida se puede sentir de otra forma, por ser como eres y ser paciente conmigo. Gracias por decirme cosas bonitas que me alimentan el alma y me dan ganas de seguir.

Gracias por todo.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ausencia

Te quiero amore

Reflexiones