Gustar del otro o para el otro
Esto
me gusta un poco, pero lo otro me gustaba más, qué te parece si seguimos
mirando a ver si encontramos algo que nos guste más y lo compramos y si no,
volvemos a éste, aunque nos guste menos.
Esto
me gusta para ti, te pega, pero lo otro no te queda bien.
¿Tú
crees que esto le gustará?, no sé, sino que lo cambie por otra cosa.
¿Estaré
guapa? ¿Le gustaré?
Me
gusta ese chico/a, no sé si le gustaré. Yo no le gusto, a casi nadie le gusto y
a casi nadie le gusta mi forma de ser.
Gustamos, no gustamos, ¿qué nos gusta del otro y qué nos repele?
¿Nos gustamos a nosotros mismos?, ¿nos cuidamos por gustarnos cada día más?
ME GUSTAS TÚ, me dijiste hace días ya.
Me
has dicho que no sabes en qué me habré fijado de ti para que me gustes.
Me
dices que te gusta todo de mí.
Muy simple, lo más simple que hay en esta vida es no poner obstáculos en nuestra mente, no colocar unos cánones de belleza en ningún lugar y menos en las personas. Pero no creo que sea lo más simple, sino lo más complejo, la sociedad nos empuja continuamente a que tenemos que ser guapos, a sentirnos guapos y, aunque no lo digan abiertamente, a que los otros nos vean guapos para gustar.
Tan simple como que me enamoré de ti, hablando contigo, dialogando con la escritura, abriéndonos mutuamente, luego físicamente, luego cada día más. Me gustas tú, tu forma de ser, tu manera de comportarte, tu vida y cómo la vives, tus gustos y aficiones, tu cuerpo acoplándose al mío.
La
belleza física no es lo más importante, la persona de la que te enamoras está
en el interior y luego te gusta todo de ella. Su forma y cómo encaja contigo es
lo que gusta.
Me
gustas todo tú, me gusta hacerte feliz y que estés bien. Me gusta ser yo a tu
lado y no fingir, no esforzarme en gustarte, quiero ser libre para que veas
cómo soy.
Me
gustas José María, te lo has ganado a pulso, simplemente por ser tú.
No me
apetece ni quiero ir de compras a ver si veo algo mejor, me quedo contigo, te
cuidaré, te trataré como tiene que ser para que te conserves como el primer
día, para que luzcas feliz como te encontré y que juntos seamos esa pareja de
enamorados que se siguen gustando a pesar de las arrugas y los años.
No
quiero que me guste nadie más, y sé que gustándome tú entero, por dentro y por
fuera, no podría poner el ojo en otro para ver si me gusta más.
No he
ido mucho de tiendas, no me ha gustado comprar salvo por necesidad, pero sí que
me he asomado a los escaparates y eres el que más me ha gustado. Me lo probé,
me quedaba a la perfección y a pesar de dudar de si comprármelo o no, me
decidí, así que lo limpiaré con esmero y delicadeza para que me dure hasta que
me muera.
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