La madrugada

Horas donde parece que no hay vida

horas donde parece que todos duermen

momento donde el silencio reina en todos los rincones

pero las almas vuelan libres.

Apenas los pájaros se despierten con el piar juguetón de la mañana los ojos perezosos y cansados de la noche en vela rezarán para que el sueño les abrace.

Algunos sin dormir empezarán a sentir el pesar de los ojos y del cuerpo, otros con apenas unas horas tendrán que echarse agua fresca en la cara y empezar de nuevo.

La madrugada nos trae recogimiento, interioridad y pensamiento en todo lo que hemos hecho y nos queda por hacer que no es poco.

Un frío interno recorre el cuerpo, en esos cuerpos donde el sueño casi ni se ha sentido, sólo el encogimiento de un pensamiento, ideas que vienen y van, ganas de abrazar la tranquilidad y sentir el calor y el arropamiento.

A media noche los cuerpos se remueven, algunos se levantan por la imposibilidad de alcanzar el sueño por un cuerpo colmado de vivencias intranquilas y deshechas.

Café humeante que despierta los sentidos para así plasmar lo que nadie puede callar, ni una misma, con la serenidad de la madrugada y el silencio del mundo.

Tanto que agradecer a la vida a pesar de las pequeñas batallas que quedan por lidiar.

Personas, las mejores que he podido encontrar apoyando en esta tarea que es el vivir la vida.

Un buen escudo que te protege ante las luchas que quedan por jugar, pero una misma es la que tiene que estar en primera línea.

El calentamiento del día a día me hace coger fuerzas, el consuelo, el apoyo del amigo, de la madre y de la amiga salva cualquier obstáculo.

Mi carrera de obstáculos empezó hace bastantes años y todavía sigo jugando, en peores plazas he batallado o sea que esto tiene o tendría que ser otro calentamiento más.

Aunque la lluvia moje los cristales por fuera y sienta las gotas calando hondo dentro de mí,

aunque las lágrimas frías resbalen por mis mejillas y tengan la osadía de mojar mis sábanas por los tristes recuerdos que me acompañan, la madrugada me ha regalado otro momento donde sé que estás ahí calmando la bravura del momento.

Eres el mejor acompañamiento en estas horas interminables para unos y sobrecogedoras para otros.

El dormir se te da bien, apenas sabes lo que es la madrugada donde mi mente juega a escribir un rato, a dirigirte mis ideas y lo que se me pasa por esta mente algo loca y llena de cosas.

Voy a ver lo que hago, si veo al sueño que viene a verme un rato o si no cerraré los ojos y pensaré, dejaré que lo que queda de madrugada sea para que las nuevas ideas salgan más descansadas y así ver que el calor y el sol enseguida calentarán mi cuerpo y mi mente y se irán desvaneciendo las luchas y batallas.

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