Raíces
Físicas, mentales, sociales, familiares,
de adorno, florales...
Caminas con ellas, las tienes,
¿sabes qué son? ¿Acaso nos hemos parado a pensar alguna vez si tenemos raíces o
si nos ven con ellas?
Algunos dicen que caminamos
por la vida sin raíces, que tan sólo
disponemos de algunas mentales y otras
sentimentales y con ellas tenemos facilidad para tropezar y caer, que podremos
levantarnos y seguir caminando libremente porque al no tenerlas nada ni nadie
nos ata.
¿Pero esas personas realmente
son felices? ¿Es mejor caminar sin ellas y así sentirnos libres plenamente?
Algunas hay que tener, la raíz
nos mantiene firmes, es lo más importante para estar erguidos, ya sean estas
propias o sentimentales. Las primeras hacia uno mismo queriéndonos a nosotros
como tú mismo dices y de ahí para fuera, extendiéndose, así el tronco se hace
más fuerte y se agarra bien. Otra cosa es cuando por circunstancias, como la
enfermedad o un vendaval sentimental o físico, peligra o pueda quebrarse o
lastimarse y con esa cicatriz seguir, pero para eso la raíz tiene que ser
fuerte.
Hay que fortalecerlas día a
día, desde que nacemos echamos unas cuantas, quizás la más importante sea con
nuestros padres, si esta se va haciendo fuerte van saliendo más. Si vienen
hermanos, con ellos. Con algunos amigos desde la infancia y con otros apenas,
porque enseguida bajan del tren de nuestra vida, pero aun así todos dejan una
huella que se queda anclada en nuestra raíz más fuerte, son pequeñas
ramificaciones que fortalecen la primaria y nos van sujetando con fuerza a la
tierra. Luego están las raíces del amor, las que nos hacen ver el sol al
amanecer y nos dan aliento para seguir creciendo. Cuando estas se resquebrajan
su dolor llega hasta la primaria, pero cuando es auténtico da vida al resto.
¿Qué pasaría si casi no
tuviéramos?, es cierto que estaríamos libres, nada ni nadie nos ataría,
volaríamos, iríamos de un lado a otro sin rumbo pudiéndonos enredar en otra
rama primaria que no fuera la nuestra. Incluso sin haber formado parte de
nosotros desde el principio, por alguna extraña razón, esa raíz se puede hacer
inseparable. Nos entrelazaríamos, nos uniríamos cada vez más porque encontrarían la fuerza suficiente para superar tempestades
futuras.
Yo creo que alguna hay que
tener, algunas nos salen sin querer, pero cuando encontramos una que nos hace
remover todas las hojas, a esa es a la que hay que proteger.
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