Vínculos

 

Ayer hablaba de raíces, desde que nacemos hasta el final de nuestras vidas vamos engrosando unas, recortando y alargando otras, unas se quedan apenas nacer y otras que se extienden hasta nuestros días.

Hoy le toca al tema a los vínculos, muy parecido a las raíces, los vínculos que vamos creando con las personas desde que nacemos y las que nos hacen muchas veces ser de una forma o de otra, nos reflejamos en ellos, nos sirven de espejo si son nuestros padres, nuestras amistades nos aportan ideas nuevas, experiencias y sensaciones y nos abre la puerta a vivir nuestra propia vida.

Todo, vínculo y raíces nos forman como personas.

Hay vínculos que, aunque no queramos tienen que seguir enraizados en nuestra vida. Se toman decisiones en un momento dado que sin ser conscientes de las repercusiones ya es imposible que se rompan definitivamente nos guste o no.

Otros vínculos son pasajeros, apenas dejan huella, apenas los vemos, ellos a nosotros tampoco. Muchas veces estamos en contacto con personas apenas cinco minutos en nuestra vida y ya no más, nunca más nos vincularemos de ninguna manera a ellas, ¿pero creemos que se habrá generado algún vínculo tan efímero que nos haga tomar un camino diferente en la vida?

Pensamos que las relaciones van a durar para siempre y muchas veces no es necesario para cumplir su objetivo, algunas personas sólo nos acompañan parte de nuestro camino, para ayudarnos a crecer personalmente y fortalecernos. Y por alguna razón este vínculo se rompe.

Cada día que pasa nos vinculamos con personas con mayor o menor afinidad, algunas necesitamos este contacto, hacerlo estrecho, contar nuestros sentimientos, dudas, tristezas y alegrías, intimidades, aunque no sea esa persona con la que de verdad tenemos un vínculo más estrecho, pero ¿porque?

Qué nos aportan unos u otros, hay una línea invisible que nos atrae hacia algunos más que a otros y las conversaciones que mantenemos son más o menos intensas. ¿La intimidad tiene que ser compartida con varias personas, pero no con la que realmente nos vincula?

Entonces ¿en qué parte de la historia dejamos de vincularnos con ese otro y lo hacemos con otro?

¿Necesitamos estar vinculados intensamente con varias personas?

Los vínculos son diferentes según con quien te vincules, pero el vínculo, ese lazo que te une al otro, se puede semejar a otros, cambian algunos matices porque cada uno de nosotros somos diferentes.

Todos estamos vinculados como en una red, nos alimentamos unos de otros y nos entrelazamos, algunos con más fuerza que otros.

Creo que en este mundo no se puede estar sin un vínculo, de la forma que sea.

Pero creo que tenemos la libertad y el derecho de dejar de vincularnos cuando algo o alguien no nos interese y encontrar otros vínculos que nos hagan ser más felices.

 

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