Cánones

Todos los pensamientos que llevo en la cabeza en el día de hoy siempre van encaminados hacia ti y hacia mí.

Tú, porque eres la persona que ha revuelto mi vida desde hace cinco meses, con tus palabras, tu forma de ver la vida, por lo que me dices y haces sentir, por tu pasado, tu presente y quizás tu futuro contigo.

Pero, aunque confíe en ti cada vez más ¿por qué hay un escollo, algo que me dice que no me vas a decir lo que te pregunte? ¿Será que tienes miedo a que yo lo pase mal y tome una determinación?

No creo que la tome, pero lo único que gano es que pensaré siempre que no me vas a decir la verdad.

Respecto a mí, el desdoblamiento de mi cuerpo y mente para aceptarme, como tú dijiste anoche: llevo 50 años conmigo y todavía no soy amiga de mi misma, de mi cuerpo ¿Será porque quiero lo que no tengo y tener fuerza de voluntad para conseguirlo? Tengo a favor factores para conseguirlo y otros que por naturaleza es imposible.

Disfrutar de mí y quererme de una forma sencilla sería, no pensar negativamente que esto no lo quiero así, abrazarme y decirme que me merezco que me trate bien.

No es fácil, la vida y la sociedad nos empuja hacia unos cánones para conseguir algo como es una pareja que, ¿por qué, y es verdad que a partir de cierta edad las mujeres no encuentran a alguien con el que compartir la vida? No creo que seamos nosotras las que ponemos trabas, aunque a esa edad la mujer ya sabe lo que quiere y no acepta a cualquier hombre, pero, aun así, ellos ni lo intentan, tienen su cuerpo y mente junto con sus hormonas puestas en otros más jóvenes. Si lo miramos por el punto de vista fisiológico y sin ser conscientes de ello puede que la razón sea para perpetuar la especie, ya que la mujer madura ya no está capacitada para esas cosas y el hombre se perpetúa hasta casi el final de sus días.

Otra desigualdad que se añade al cuerpo de la mujer. Tenemos que llevar desde que nacemos el vaivén de las hormonas que nos tocan emocionalmente y nos cambian el cuerpo físicamente, aunque no queramos. Mentalmente tenemos que hacer un malabarismo y equilibrio todos los días si queremos gustarnos y gustar a los hombres en caso de heterosexualidad, acercarnos a la edad fértil y someter al cuerpo a otro cambio brutal y jamás vuelve a su estado original, y ya el colofón es la menopausia que nos deforma las curvas y otra vez las hormonas nos ponen al límite de la aceptación y de la emoción.

A todo esto, hay que hacer frente a nuestro cuerpo y mente, y encima tenemos que querernos, gustarnos y aceptarnos porque cuando seamos adultas el hombre quizás ya no se fije en nosotras sino en alguien más joven para que su libido y masculinidad se mantenga.

Pero hoy no tengo miedo en expresar lo que pienso y digo, en sentir lo que siento y demostrarlo, el hablar con claridad sin tapujos porque he experimentado que cuando soy así me encuentro más ligera, el peso y el nudo que se forma desaparece. Experimento que la confianza en mí va ganando, tampoco quiero decirlo alto por si luego viene otro día cargado emocionalmente y pasa lo contrario.

 

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