Dudas, engaños y mentiras

 

Me gustaría no tener esas dudas que te hacen pensar, algo que no sueles hacer, solamente cuando me asalta el miedo.

Tan fuerte que parezco, pero soy débil y me achico, y me hundo por si vuelvo a perder. No quiero saber otra vez lo que es pasarlo mal y que el cuerpo no lo pueda controlar.

Sólo el agotamiento físico, y todavía no he llegado al caso, es el que me hace controlar la mente. Es el único momento, con el esfuerzo,  cuando trabajo las ideas y soy más racional, cuando veo la claridad y puedo desviar los pensamientos negativos para centrarme en mi persona y darme ánimos para lo que pueda suceder.

Me cuesta tener confianza porque  dar todo lo que llevo dentro y  demostrarte lo que te quiero y luego ver cosas que no me gustan me hacen dudar.

Yo sé cómo soy, lo que soy, a lo que me expongo, las consecuencias de mis actos, lo que puedo amar y lo que puedo dar. Yo no quiero nada de nadie, sólo que las personas no me hagan daño y no jueguen conmigo. Es mi debilidad. Es mi talón de Aquiles. De esta forma me podéis hacer daño.

No quiero engaños, mentiras, bonitas palabras y luego otros hechos.

Los hombres me pueden hacer daño como ya lo han hecho. Por Amor he hecho cosas que me han perjudicado mucho, me han denigrado y he tolerado mucho. No puedo pasar otra vez, no es que seas igual, eres todo lo contrario, pero es que no quiero sufrir. Como la foto que hiciste en Murcia con el cartel que ninguna mujer tiene que mendigar por amor eso ya no lo quiero hacer.

El corazón es el que rige mis movimientos, puede a la mente, sólo cuando aquel va viendo cosas que le molestan, que le hieren, va cediendo el paso a la razón.

Quiero ser feliz a tu lado y confiar en lo que me dices, quiero seguir contigo, no te he dicho aún en ningún momento de mis dudas que te dejo. No puedo. Tengo el corazón lleno.

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