La Música
Menos
mal que existe la música para levantar lo que sea del cuerpo. Siempre hay una
canción que sale cuando menos te lo esperas y te hace seguir.
Te
despierta lo más profundo, el ritmo te mueve sin querer y entonces cierras los
ojos y te dejas llevar, lejos, lejos, tan lejos como tú quieras y sueñas que
todo sale bien, que todo está bien y que no va a salir nada mal porque la
esperanza te acompaña.
Hay
un mal sabor de boca que no empezó ayer ni ésta mañana, hace tres meses cuando
mi inocencia se cayó al suelo eme picado, desde ese momento creo que estoy en
una duda. Ese es el miedo que tengo, seguir con mi inocencia cándida y estar
tan tranquila y de repente las noticias, la noticia me pilla tan desprevenida
que el mundo se desploma.
Puede
que sea exagerada, que no es para tanto, bueno, depende de cómo seamos y cómo
nos tomemos las cosas. Pero yo he notado como el cuerpo se ponía a temblar y el
corazón de repente a subir las pulsaciones por sentir engaño.
Desde
aquel día que yo iba relatando cómo era mi ciudad inocentemente, como un niño
cuando tiene la ilusión de algo y de repente le quitan el caramelo así me sentí
yo.
He
ido llevándolo todos los días, unos mejor que otros, pero la duda siempre ha
estado ahí.
El
dolor del amor es muy doloroso, necesito encontrarme otra vez.
¿Cómo
se puede seguir sin pensar en todo esto? ¿Hay que volver a confiar?
¿De
verdad va a decir toda la verdad?
Dejar
que el tiempo diga lo que hay, que el futuro se vaya presentando. Empezar a
hacer mis cosas sin esperar nada, empezar a ser consciente de lo que me gusta y
hacerlo.
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