Es por todo o por nada

Nos empeñamos en darle un significado a lo que nos pasa cuando nos pasa algo.

No sé en qué momento, si cuando nos sucede algo muy bueno, casi inexplicable, o cuando la vida nos da un golpe, pensamos que los astros se alinean para que ciertos hechos ocurran.

Si empezamos a recordar cómo se han sucedido los hechos podemos ver que ni en una película hubiese ocurrido con tanta coincidencia. Si es así es porque el director quería. En este caso el director era desconocido y no sabíamos el guion.

Las cosas tienen que pasar con una lógica y pasan con ella, pero a veces no la vemos, estamos obcecados en la mala suerte o por qué algo nos tiene que ocurrir a nosotros, o bien porque hayamos buscado algo tanto, que al final pensamos en la buena suerte y no en que tenía que pasar. Era el destino.

Las personas que llegan a nuestra vida no es por nada, algunos pensarán en mi locura por decir estas cosas, pero yo creo que todo tiene su fundamento. Estamos para enseñar, aprender. Cuando una persona entra en tu vida es porque en algún momento te va a aportar algo. Y tú a ella.

¿Si fuera por nada qué sentido tendría tenerla al lado? ¿O con qué fundamento para ambos? Incluso así podría afirmar que algo sacamos.

Personalmente, si tuviera que hablar de mi trayectoria, podría afirmar que todo ha tenido que salir así porque era necesario. En retrospectiva veo mi vida con sentido, ahora, anteriormente no podía entender las cosas, seguramente cuando vengan cosas negativas tampoco las entenderé, pero ésta misma se encargará de hacérmelo entender.

¿El querer a una persona es por casualidad? ¿Aunque te trate mal? Desgraciadamente creo que sí. A mí sí, por eso ahora veo que tenía que ser por todo para quererte a ti.

Si no hubiese llevado la vida que me tocó no habría aprendido, aunque era un camino erróneo, que las cosas muchas veces se ponen mal para ponerse bien.

Es por todo por lo que yo te quiero, por mi vida pasada, que me ha hecho ser como soy y es por el presente, por ti, por todo lo que me has aportado desde aquel enfrentamiento donde compartíamos plato y mantel y unas cuantas cosas más. Desde ese día me has estado enseñando a vivir la vida, no es fácil y no ha sido fácil. Esfuerzos tengo que hacer para no irme por la tangente de mi mente y llevarme al lado oscuro. Pero siempre, en estos meses, siempre has estado ahí dándome un vuelco en mis pensamientos e ideas equivocadas. 

Seguiré queriéndote por todo, que es mejor, infinitamente mejor, que por nada.

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