Reflexiones

 

No sé qué título poner, tú que lo haces mejor y tienes más originalidad te lo dejo a tu gusto.

Hay días que no son fáciles, me dicen y oigo que la vida es así, es la salsa de la vida, lo que pasa es que las salsas no me van, prefiero las cosas a la plancha o vuelta y vuelta, así que, así me va, digiriendo los acontecimientos cargados con mucho condimento.

A mi mente tozuda (como tú la llamas), o también puede que la de los demás sea demasiado ligera o ande suelta, le cuesta encajar las piezas, necesita pensar en todo y ver lo que ha pasado, lo que he hecho y analizar cuál es mi vida actual.

No te echo de ella pero lo ves todo tan fácil que tampoco me ayuda, no es que yo quiera más complicación, necesito acompañamiento físico y que la otra persona me transmita y yo lo pueda ver y sentir. Soy así de cabezona, difícil, rara  o como me quieras llamar.

Me da rabia que siempre me digan que soy yo la que tiene que modificar los actos, mi manera de actuar por la vida, mi forma de ser, poner de mi parte. Pero es que yo no he hecho nada malo, ni he cambiado mi forma de proceder ni mi forma de actuar con la gente. He seguido viendo a la gente como la veía según pudiéramos ambas partes, he mandado mensajes a las amistades y las he visto cuando he podido. No lo he hecho con ella porque para mí era incómodo, no sabía si le iba a afectar, no ha sido intencionado. Ella es la que ha cambiado su forma de proceder conmigo porque se ha cansado de ser como era, conscientemente y necesitaba recomponerse.

Ayer quizá lloraba la pérdida de alguien conocido de 25 años, alguien que me ha ayudado en un momento doloroso de mi vida, pero creo que la parte positiva de todo esto es que tenía que ser así. Yo tengo que seguir avanzando sola en mi crecimiento y hacer las cosas sin ayuda. No quiero depender de nadie, luego ese alguien se va por el motivo que sea y volver a empezar.

Tienes mucha paciencia conmigo, no sabía que me querías tanto para aguantar a una cabezota como yo. Cuando ayer te dije que ojalá hubiese tenido más relaciones era porque puede que me tomara las cosas de otra forma ahora. Pero la realidad es ésta.

Tengo un pilar muy importante en mi casa que me alinea y me pone también mirando al norte, con esa cabeza llena de lógica y racionalidad me hace ver las cosas de forma natural y sin negatividad. Me gustaría que mi hija mayor también fuera otro pilar tan importante, pero ahora está en otros menesteres de la adolescencia, se comunica poco con nosotras, pero sé que si la necesitáramos allí estaría.

Tengo otro pilar a 3 km y esa es mi madre, la que nos ha dado consuelo y apoyo y amor incondicional, la que ha llorado y reído con y por nosotros y la que ha ejercido de psicólogo con nosotros, sobrinos y amigos sin tener el título, la más marchosa de las abuelas.

Y por último y no menos importante tengo otro pilar, Tú, no te tienes que sentir apartado aunque yo lo haga, lo insinúe o lo sientas, es que estas muy lejos y no puedo sentirte de la forma que necesito para que me ayudes cuando mis pequeños contratiempos normales de la vida que me vienen.

Ayer caminaba por la calle y las lágrimas me salían solas, ni pañuelo llevaba para secarme los ojos y apartarlas rápidas hacía, por si me cruzaba con alguien.

Cuando sientes el peso de la soledad, cuando sientes que no tienes amigos, cuando te ves como un bicho raro, cuando te surgen roturas, contratiempos, dificultades y sientes que estás sola para todo eso, entonces, a mí, se me vienen pensamientos negativos. En un momento de positividad o lucidez que tuve me dije a mi misma que en eso consistía la vida, en superar las dificultades y obstáculos, pero hay días que fallan las fuerzas y los ánimos, días donde no se ve la solución y de repente te despiertas al día siguiente con algo más de claridad, pero con el corazón algo arrugado y una lentitud en el cuerpo y mente necesaria para ver la verdad.

Y si, tú estabas ahí y te ignoré porque no me apetecía que me dijeras que estabas ahí, no era lo que yo necesitaba, tenía que seguir hurgando en mi mierda porque tengo que tocar fondo y empezar a coger aire nuevo y salir. He salido de estas muchas veces. Me he sentido así, ya ni me acuerdo, y he notado que no había nadie para echarme una mano.

Paciencia infinita, no tomé a mal lo que me escribiste, pero fue la china que me ayudó a desbordar mi vaso y darme cuenta de que estaba sola. En otro momento te hubiese contestado, pero ayer no podía, me pesaba más haber perdido una amistad, aunque en el fondo sabía que era lo más razonable y lo más positivo para mí a la larga. Me ayudó quizás demasiado y se inmiscuyó de más en nuestras vidas, tampoco era sano. 

Mi privacidad es muy importante, mis asuntos o el de mis hijas las cuento yo porque quiero, pero sin someterme a un tercer grado y la intimidad y querer hacer cosas en solitario son necesarias para respirar sin sentirme que me ahogo.

Pero tengo que darte las gracias de nuevo, a ti y a la vida por ponerte en mi camino, aunque ayer no lo veía, quizá porque en el fondo sabía que sí estabas ahí. No debería haberte hecho pasar un mal rato pero no estaba bien.

Perdóname por hacerte sufrir, no quiero que lo pases tú mal y me pongo cabezota cuando te digo que tu vida está en Albacete. Allí tienes a muchas personas que te necesitan, tu hija sin ti no puede estar, yo no la conozco, pero lo presiento, eres su pilar, su consejero y sabe que estás cerca de ella en Albacete, da igual si no estáis bajo el mismo techo, pero que ella sepa que tú estás allí es su rumbo.  Tu ex, que, aunque me digas que no es familia esos 25 años están ahí y mucha vida compartida, si no os llevarais bien lo podría entender, pero no es el caso, ya me has dicho alguna vez que te llama si necesita algo y vas a ayudarla; tus hermanos; tus amigos íntimos van a ver que te tienen más lejos y es doloroso. La vida se está poniendo más difícil económicamente y no tienes porqué hacer un gasto de alquiler, tienes que pensar en tu futuro y lo puedes necesitar. Podemos seguir viéndonos los fines de semana, mis hijas son más mayores y puedo ir a Albacete con más facilidad o venir tú. No lo ves pero yo veo la realidad.

Aunque yo esté aquí, tu vida, tus costumbres, la vida en sí la has hecho en Albacete, no se puede dejar aunque vayas días y empezar en una ciudad donde no tienes nada, estoy yo, pero hacen falta más raíces. Siempre hay que agarrarse a algo y cuando nos vamos haciendo mayores la ciudad donde hemos nacido, nuestra casa y nuestras cosas, aunque sean materiales, nuestras rutinas, nuestros proyectos con los amigos que tenemos de hace años eso no se puede dejar atrás, eso es muy importante para no perderse, es una brújula Y yo no quiero que rompas así con todo. Yo te voy a seguir viendo, seguro que más.

Llegará el día en que tengamos que hablar de todo esto con más lentitud, pero igual que tienes las cosas claras yo también.

Todo lo que escribo ahora son reflexiones mías como si estuvieras a mi lado y yo te hablara en voz alta, con algunas no estarás de acuerdo, pero quiero que las pienses con la mente y no con el corazón.

Bueno novio, quizás todo esto sea demasiado largo para que lo pongas en el blog, sólo quería que supieras lo que llevé ayer en mi cabeza y lo que queda hoy.

Te quiero, lo sabes, pero quiero que sepas que nadie en esta vida me ha dicho lo que me dices tú, no sabía que se podía querer a alguien como lo haces tú, ni sabía lo que era sentirse querida y amada. Eres un regalo, seguro que la vida te ha puesto en mi camino para que sepa que no hay tantas dificultades y que la felicidad también existe, que tengo derecho a disfrutar y a ser feliz y a aprender de la vida a tu lado.

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