Sube la marea

 

Sube la marea y con ella algunos peces se quedan atrapados sirviendo de comida a las gaviotas. Estas ávidas no pierden el tiempo en rescatar lo último que queda con apenas vida y aquí viendo como el agua sube y baja utilizo el balcón como un confesionario, con cerveza en mano y disfrutando de una de las cosas que más me gusta. El Mar. Nunca para, en continuo movimiento a todas horas, aquí, marcando más su ritmo.

Pero mis emociones no lo siguen, lo comparte y lo entiende. Porque mis mareas no bajan, aquí no. Mirándolo me acuerdo de las personas que están en mi vida y saben que este trocito es un paraíso, el único que nos llevamos y más cuando compartimos los mismos gustos. Porque el Mar es lo que entendemos y respetamos. Nunca nos cansamos de mirarlo y a él siempre queremos volver.

Porque muchas veces, no sé lo que es sentir. No se siente a todas horas ni los mismos días, pero sólo siento que me cargo de energía y que sólo soy yo cuando rozo el mar, me baño en él y me calienta el sol.

A veces me pregunto si siento y qué es sentir, con él no me pasa.

Y me hace pensar, el mar siempre me hace pensar, en mí, en lo que tengo, en lo que echo en falta, pero me ayuda a ser yo misma, a hacerme fuerte y a ver la vida por mí misma. Lo he rozado muchas veces. El Mar me hace fuerte y a él he ido en mis momentos bajos y disfruto de el por todo lo bueno que me hace.

Son mis reflexiones.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ausencia

Te quiero amore

Reflexiones