La paranormalidad

Seres extraños nos rodean, pasan por nuestro lado, algunas veces los reconocemos y otras ni aparentan ser de otro mundo. Pero en este mundo cada vez somos más los raros o paranormales, los ordinarios, no por serlo sino porque van en masa y se agrupan según gustos, costumbres, modas, también son numerosos y pocos son los normales, aunque ahora normal es una palabra algo sobrevalorada.

Los paranormales nos agrupamos con los de nuestra semejanza, con ellos sentimos y aprendemos, nos reímos y podemos ser nosotros mismos, incluso podemos encontrar a alguien que nos haga pensar que somos más “raricos” aún de lo que pensábamos.

Pero no porque quiera ser paranormal, diagnosticada recientemente por alguien tampoco muy “pa allá”, es por cómo soy. Puede que desde que nací o en breve tiempo empecé a notar que la normalidad no encajaba con mi forma de ser y de ver la vida, pocos encontraba a mi paso que me aportaran algo y me hicieran sentir y pensar, hablar de cosas no normales y no paranormales, pero sí diferentes.

Solitaria me hice, dejaba atrás a muchos y muy pocos siguieron a mi lado. Con el tiempo aprendí a ser más tolerante con los demás, pero sigo funcionando con gente no muy normal. La especialidad y los raricos me interesan más, como tú, porque puedo hablar, pensar y decir chorradas sin asustar.

Yo siempre he pensado que hay algo en la vida muy sutil, que no se ve, algunos no lo perciben, pero yo lo siento. Es como un segundo de lo breve que parece, pero que te hace ver la vida desde otro punto. Esto no quiere decir que mi punto sea el mejor y optimista, todo lo contrario, casi siempre estoy en el opuesto, pero es cierto que a veces cruzo la frontera y soy consciente de la simpleza de la vida y de lo que lo complicamos todo. Y soy consciente de lo que de verdad me hace ser feliz.

Eres un ser especial, por eso te escribo, porque me aguantas mi paranormalidad en el lado negativo de los momentos donde te hago perder la ilusión y los malos ratos te acompañan. Pero sigo contigo porque me uní en un momento, sentí que eras diferente y que contigo podía avanzar en todos los aspectos de mi vida. Si, tuve suerte. Eres mi compañero de batallas y de amores. 

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