Mesario 8

 

Quien quiera que lea esto en algún momento de su vida no sabe el significado del título.

Pero el ávido lector conseguirá adivinar por dónde van los pasos si su ánimo es paciente y haya podido conocer a los actores de esta novela.

Muchos días con estos 8 meses llenos de palabras, risas, lágrimas, paseos de reconocimiento personal y mutuo para ir llenando la mente, el corazón y la piel de anécdotas, aventuras y experiencias.

Cansina me siento de escribir lo mismo, de narrar el comienzo de esta historia que empezó como si nada, pero con mucho, porque yo creo que fueron sólo las miradas compartidas lo que desató toda la novela.

Desde ese día y porque el actor arriesgó y fue valiente, empezó a mandar notitas, pero no en una botella, a la actriz. Algo verían esos ojos de cuco y pillo que continuó en su esfuerzo, contando pequeños hechos de su vida por aquel entonces y anécdotas ella de su día a día. Esos días sin mensajes se fueron acortando, terminando chateando todos y a ciertas horas, donde la mayoría

duermen. Así andaban esos locos recién enamorados, con ganas de hablar y no dormir, con el corazón saltando como si fueran dos chiquillos y esa mente a cien por hora.

Fueron descubriendo uno de la otra, y viceversa, sentimientos renovados o nuevos pero diferentes, donde la comunicación se abría paso y las verdades ocultas fueron saliendo. Narraron algo de sus vidas pasadas y notaron que algo bullía entre ellos y por dentro de cada uno.

No tuvo que pasar mucho tiempo, no, para que ese sentimiento tuviera su máxima expresión. Hablo en boca de la actriz, y es que de dos roscones dos anillos salieron y de su corazón dos latidos se agitaron, no sabía, pero una premonición sintió.

Desde aquellos días hasta ahora aventuras han tenido, conversaciones de todo tipo, confesiones, viajes de ida y vuelta de una ciudad a otra para encontrarse a ellos y reconocer y conocer lo que tienen y sienten.

Ella es más terca, más volátil, dudas e ideas nada buenas que hacen que lo que tienen suba y baje, pero él, en la tranquilidad de su experiencia y sin ganas de perderla, se empeña y pone todo su arte y armas no guerreras (sólo amorosas) en sostener lo que tienen, en apoyar y dar lo que tiene, en tener

paciencia con ella como si fuera una yegua salvaje, pero no para amarrarla sino para sujetar esa mente de ideas absurdas que no llevan a ningún pasto.

Y aquí está, otro 24 de otro mes, donde renuevan esas palabras que se dijeron, donde el secreto que ellos tienen guardado está. Donde siguen sus vidas en sus ciudades, compartiendo llamadas, viajes, conversaciones, comidas, cervezas y algún sueño cuando les dejan.

Del futuro ni lo menciono, no quiero hacer nada con él, dejar que vengan los días y actuar sobre él. El actor es diferente, rarico dice él. A su lado se está muy bien, nunca se enfada y motivos le doy, enseña la filosofía de la vida y las lecciones de ella que en ningún libro están.

De ansiedad vivió ella el año pasado y no quiere volver a pasar. Las dudas e ideas sin sentido hicieron de ella un amasijo de ansiedad. Ahora más tranquila, el tiempo siempre juega a favor.

Esperemos que los astros envuelvan a estos dos locáticos en una órbita donde el sol los caliente y los proteja de lo que la vida tiene alrededor.

Etapas han pasado, cada uno en su versión, los restos de ellas han hecho como son. Sólo me gustaría seguir en esta línea, que para que se tuerza mejor me quedo como estoy.

A este actor algo conocido, le quiero un montón. Ha hecho que mi vida de un revolcón. Puede que haya otros como él y otras como yo, pero en este caso la vida quiso que a estos dos los unieran los vientos de tramontana comiendo pan, ajo y carquinyols.

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