Ni estoy mal ni estoy bien
No me apetece hablar. Ni estoy
mal ni estoy bien. Lo que si tengo claro es que no quiero pasarlo mal como
últimamente. Prefiero que no me digas que lo entiendes. Imposible saberlo si no
se pasa por lo que yo he ido pasando. Conocerte desde el principio no ha sido
fácil de asimilar. Tu pasado último me ha hecho pensar en ti, en cómo eres y a
lo que estás dispuesto. Conocer tu verdad y hasta dos meses después ha sido
duro. A pesar de todo esto, y de más detalles a tu alrededor, no ha sido
fácil. Las segundas relaciones o terceras... ya no son nunca fáciles, más
complicadas si cabe. Se llevan paralelas las relaciones anteriores de cada
uno, el cómo se lleven, los hijos, detalles, situaciones. Todo es una bomba y
hay que pasar por alto muchas cosas. Valorar lo que compensa y saber el lugar
que ocupa cada uno. Muchas veces la falta de comunicación, de confianza, el
egocentrismo, la forma de ser de cada uno. Las prioridades y necesidades. Poner
al otro u otra en un lugar u otro. Es un gran puzle, algunas piezas son
imposibles que encajen, aunque nos empeñemos y otras no se encuentran. Es
difícil. Puede que pienses que es fácil si uno quiere, pero no depende de uno solo,
aunque quiera, lo que tiene alrededor puede ser difícil de soportar para el
otro o la otra. Siempre hay que barajar. Puede llegar el caso en que descubras
que nunca vas a ser la otra o el otro porque el pasado de uno u otra pesa mucho
ya que todavía está presente a veces físicamente y otras psicológicamente.
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