El día después
No sé lo que tengo ni qué me
pasa. Eso es lo que podría pensar, pero si se lo que es.
Esas margaritas que deshojaba
cuando era pequeña; siempre había alguien en mi mente donde depositar esos
pétalos. Conforme los iba arrancando mi mirada iba por delante para que el
último fuera el sí. Cuando era así me alegraba, inconsciente e ilusionada, esperanzada
de que alguien en un futuro me quisiera para dejarle todo el néctar que se
había quedado en mis dedos. No quería un no, entonces cogía otra margarita y contaba
los pétalos y si caía sí empezaba de nuevo.
Soñar es libre y despierta lo
hago, ya lo hacía hace años como no hacerlo ahora cuando todos los pétalos se
han juntado y mi deseo han colmado.
Atrás quedan años sin flores,
pero salieron dos únicas. Ahora el jarrón lo llevo dentro y sólo margaritas
huelo.
Añoranza y recuerdos de los
pétalos de sus manos, ahora son diferentes, pero sigo agarrándolos, acariciar
la superficie y mirarlos sin cansarme. De las líneas de su cara me quedo con
dos que sello con las de la mía.
Parezco una niña de patio y
recreo, con la mente revuelta y el corazón joven.
¿Cómo no se acaban los besos ni
las ganas? ¿Cómo se puede sentir un cuerpo que no es el tuyo? ¿Cómo ponerle
nombre a lo que siento? Se reirían de mi si me leyeran, pensando que la locura
ha llamado a mi puerta, pero nadie sabe lo que yo sé. Y es que la razón no ha
ganado, el corazón se ha llevado la mayor parte.
No puedo dejar de narrar lo que
llevo dentro, no sé decirlo de otra manera para que mi cuerpo encuentre la
calma. Sólo tú me calmas, aunque el sueño no me venga. Solo tú me sacias,
aunque no le dé de comer a mi cuerpo. Sólo tú me alimentas. Tus manos, tus
besos, tus caricias y tus atenciones, tus palabras. Estar contigo es un oasis
donde puedo beber y calmarme, descansar el cuerpo y la mente.
No sé si mañana estaré igual,
tampoco sabía después de estos meses lo que iba a sentir.
Han pasado 15 minutos y ya estoy
más tranquila. No quiero pesar ni ser pesada, tan sólo quiero que sepas que te
quiero las veces que no te lo he dicho y dejarte por escrito las que te digo.
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