Las 4 y 4 minutos
Las 4 y 4 minutos de la madrugada
de un día cualquiera, pero no es igual. Los pensamientos te los dedico por el
amor que te siento, amor. Mis manos viajan por la mente hasta llegar a esas
tuyas que tanto me gustan y me hablan cuando las miro y las acaricio. Mi cuerpo
se imagina pegado al tuyo, sintiéndome tan a gusto y sintiendo tu calor a
través de mi piel. Esos brazos que me recorren y me dan cobijo. Tu cuello y mi
rincón preferido donde deposito mis besos y ese encaje, y no de bolillos, que
hace mi cuerpo al acercarse al tuyo.
Así te dedico este día, para
darte ánimo y fuerza, aunque tienes un arsenal de instrumentos para dar y aun
así quedarte tú con suficientes para saber llevar la vida.
Por todo lo que me das, me diste.
Por tu paciencia infinita, por quererme con todos mis pasatiempos, por hacerme
mejor persona y por venir tanto a verme. Por aclarar mi mente, por enseñarme de
todo en la vida y ser mi maestro todos los días. Es una suerte caminar contigo,
vivir la vida a tu lado, escucharte y avanzar cogida de tu mano. Ayudarte
quisiera y hacerte feliz, no darte disgustos y apoyarte cuando pueda. Espero
que tu cuerpo haya recobrado la energía y hayas descansado. Muchos besicos. Te
quiero.
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