¿Por qué no me gustan estos días?

 

¿Por qué no me gustan estos días? Alguna vez sí que hubo algunos, donde el anhelo de pasarlo bien, con buena compañía, sentirse querida y gustada, que alimentaran tu ego, te valoraran y dejar salir lo que sentía.
No sé por qué se fue desvaneciendo, por el peso de los años, porque la ilusión se quedaba en eso y los sueños se hacían añicos.
Pero hubo en mi veintena algunos que quedan en la memoria, donde hubo buenos, risueños, anecdóticos, en la mayoría estaba con gente que no era familia, donde el lugar era distinto al habitual y la celebración algo típica y atípica.
Siento ahora que se va el año con el pasar de los momentos que he vivido, algunos que no se repetirán y otros que no vienen aunque se deseen.
Emborracho mis sueños porque la realidad es distinta, donde cerraría los ojos y me iría y volaría, ¿escapar?
Lo que a mí me gustaría sería volar, irme dónde me pidiera el cuerpo, ver a las personas que yo quisiera desde arriba y si me apetece y lo siento bajar y acompañar.
Pero mi realidad me devuelve a aquel pasado donde ponía mi esfuerzo en que hubiera felicidad, unas veces fracasaba, otras lo conseguía al principio pero los finales eran otros.
Por eso, ahora, donde los recuerdos me acompañan, donde se me vienen hechos antiguos me acuerdo de todo. Presente, pasado, de personas que están ahora conmigo, de algunas que han sufrido como yo y de otras que han sentido lo que yo no.
No quiero compararme con nadie, no quiero sentir ciertas cosas porque nunca voy a tener lo que siempre he soñado.
Ya no sueño, lo hice mucho y te das cuenta que la vida es otra.
He querido mucho, he llorado mucho, he perdonado y he sacrificado por los que quería.
Y ahora, sigo soñando y lloro de vez en cuando. Emborracho mi mente para dormir y soñar porque la vida es de otro cantar.
¿Negativa? La vida me ha ido marcando, los sueños me los ha borrado y prefiero no esperar nada de la vida, no hacer planes, no alimentar mi corazón y dejarme llevar por los acontecimientos de la vida.
Sé que hay gente mejor que yo, positiva, optimista, pero puede que su vida haya sido otra. Me da igual.
Desde niña he visto estos días tristes, sin ilusión, por los que tenía alrededor y luego por mí misma.
Puede que apague el móvil al final del día, o antes, hasta saber que mis responsabilidades están en el sitio adecuado, a salvo, y siendo felices, así hago como si este año no acabara y fuera una continuación de todo, hasta que sienta en la calle que el año nuevo ya ha empezado, donde no me duelan hechos recién pasados y pueda soñar que volveré a saborear lo que me gustaría de verdad.
Como siempre, ojalá pueda disfrutar de estas días como los siento y con felicidad.

 

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