Aniversario
No hicieron falta
muchos años, ni meses, tan sólo unos días de contacto y otros tanto de
hablarnos para saber que eras el hombre con el que quería seguir y además
matrimoniarme a ti. Sólo tú y yo, en un banco de una iglesia solitaria, sin
nadie más, en un pueblo que nos vio pasear, allí sentí lo que sentí, lo que seguiría
pensando y sigo haciéndolo cuando estoy pegada a ti.
Felicidades amore, por
este día y por todos los que llevo a tu lado.
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