Contigo

 

Si, contigo tengo comunicación, te digo lo que pienso y lo que siento. 

No me quitas la palabra, ni me pones el silencio como barrera. 

Eres oídos con las mías y espacio para mi mente.

Corazón para el mío y paciencia para mi mente. 

Reflejo para mis hijas, que, aunque no tengan palabras contigo, tus actos hacia mí creo que es ejemplo para ellas.

Removedor de antiguas enseñanzas, las que aprendí, y ahora las recolocas haciéndome empezar de cero en la vida, en muchas cosas.

Te pido explicaciones cuando no entiendo tus acciones y me devano mis sesos para saber lo que me ocurre. 

Saber es lo que muchas veces quiero, pero creo que a veces no hace falta explicaciones ni saber tanto, ¿lo más? Dejarse llevar. 

No creo que tenga dudas de lo que sientes, puede que sea yo, creo que lo que tengo que aprender es a llevar mi vida y la tuya a la vez, cuando una tira más que la otra es cuando veo que me asfixio, no llego, no pretendo llegar a todo, pero todo se amontona, hasta los sentimientos, los sentidos y la memoria creo que hasta la estoy perdiendo. 

Vivir tranquila y disfrutar contigo de los momentos, sin prisas, saboreando o sintiendo los parones ante un paisaje, un atardecer, una cerveza, viendo el mar. Sin prisas, sin teléfono, sin llamadas. Tumbarme y descansar, escuchar algo que me transporte. No pensar. Si, contigo al lado, porque estoy muy bien. 

Aunque no te diga, aunque a veces dude, y creo que de mí, que es cuando me sobrepasan las cosas. Puede que entonces necesite parar, y pensar. Entonces me doy cuenta de que si hago todo eso sin ti me falta algo, tampoco lo disfruto ni lo saboreo. 

Contigo mi vida tiene más sabor, tiene más de todo.