Cartas a José María

  Tus actos conmigo han sido buenos, con amor. He deseado estar en paz y llevar las cosas con tranquilidad. Ahora después de meses veo en la distancia lo que no vi, cómo estaba. La verdad es que me desgasté, hace unos meses que soy otra, cuando tomé una decisión que me liberó. No sólo es decir amor, hay muchos actos a lo largo de los días que te hacen darte cuenta de cosas. Vas conociendo a las personas y una también. Piensa un poco en labrarse un futuro cercano seguro. Y sí, no tengo que abandonar mis raíces, lo que me hace a mi ser yo. Al final cada uno lleva su vida como quiere, cada día es un nuevo recorrido y pasan cosas que hacen pensar.

  La verdad es que te digo que te quiero. Apago la radio para que no enturbien las noticias lo que quiero decirte. Me dices muchas cosas, que me quieres, que soy tu presente, que no piense cosas que no debo. Tienes razón, mi mente divaga, se va, la traigo, intenta de nuevo salir corriendo, salta la valla, pero la agarro, patalea, suelta improperios, pero cada vez conozco más su juego, así que, en el último minuto la atrapo de nuevo, bien por mí o por tus palabras, desde los kilómetros que nos separan conseguimos sujetarla. El mástil más alto es el que la espera. Allí, oteando el horizonte, aunque haya nubes, aunque haya sol e intenten los rayos chamuscarla, ella aguanta con tesón, cabezona como ella sola, pero cada vez su doble gana más batallas (la mente razonable). Así caminaba esta mañana, así transito ahora. Pienso en ti, en mí, en nosotros, en cómo estoy a tu lado, en lo que me haces para ser yo, para dejarme expresarme y contarte. Quizás no hagas nada, simplemente estás, como...