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Mostrando entradas de diciembre, 2022

Hace un año

  Hace un año… Me latía el corazón, deprisa, nervioso, temeroso en parte, pero con cosquilleo.  Yo no pensaba sentir lo que siento, ni que me iba a enamorar, ni que alguien se pudiera fijar en mí.  No he sido una persona exitosa, ni ligona, tal vez cortada y con pensamientos que hacen escapar al que se pone al lado.  Es verdad que tuve miedo, a veces aún lo siento. Puede que sean celos, envidia o puede que sea yo que no sé lo que valgo. Exigente conmigo, impaciente en algunas cosas y temerosa en el plano amoroso.  Llegaste y me animaste a seguir tu estela, arriesgarme a seguir a tu lado, caminar contigo, sin saber y luego sabiendo con el dolor de sentir que las otras o la otra vivió contigo muchos años con muchas cosas que prefiero no pensar porque conmigo no es igual. Reconozco que no me valoro, a las otras las veo por encima, pero llevo un año contigo y has aguantado todos mis bajones.  Como dice la canción, 5 minutos más para la cuenta at...

¿Por qué no me gustan estos días?

  ¿Por qué no me gustan estos días? Alguna vez sí que hubo algunos, donde el anhelo de pasarlo bien, con buena compañía, sentirse querida y gustada, que alimentaran tu ego, te valoraran y dejar salir lo que sentía. No sé por qué se fue desvaneciendo, por el peso de los años, porque la ilusión se quedaba en eso y los sueños se hacían añicos. Pero hubo en mi veintena algunos que quedan en la memoria, donde hubo buenos, risueños, anecdóticos, en la mayoría estaba con gente que no era familia, donde el lugar era distinto al habitual y la celebración algo típica y atípica. Siento ahora que se va el año con el pasar de los momentos que he vivido, algunos que no se repetirán y otros que no vienen aunque se deseen. Emborracho mis sueños porque la realidad es distinta, donde cerraría los ojos y me iría y volaría, ¿escapar? Lo que a mí me gustaría sería volar, irme dónde me pidiera el cuerpo, ver a las personas que yo quisiera desde arriba y si me apetece y lo siento bajar y acompañar. Pero ...

No sé cómo llamarte

  No sé cómo llamarte, si amigo, novio, pareja, compañero, amor, marido, esposo, confidente… la persona que ha hecho que sepa lo que es todo eso, que llore de felicidad y mi cuerpo sienta una atracción para no separarme más. Dicen que el cielo no existe, o si, para mí estar contigo es lo más parecido porque allí el sol siempre brilla y tiene un azul intenso, donde la paz reina y no hay cabida para los enfados, donde se habla y se comenta sin reproches, donde puedo ser yo sin temores, donde me gusta acompañarte y ayudarte, cuidarte si lo necesitas y donde te veo como re veo.  En la Tierra me uno a tu cuerpo, me uno a ti y te siento, pero dónde más lo siento es en el centro del corazón, algo me sale y noto desde lo más hondo, por eso me remuevo, porque se mueve por el cuerpo esa sensación de no querer despegarme de tu cuerpo. Así es José María, porque ayer no te dije que me casaría contigo, pero en una de mis miradas te lo dije.  Te amo.

Nochebuena

  Después de la niebla hay una mañana fresca donde el sol promete, calienta, da luz y esperanza. Hoy más que el resto de otros días y noches, donde la ilusión de algunos, la añoranza de otros y las promesas de muchos inundan ese corazón que late, lento, rápido, rítmico y a su albedrio. Donde reúne a familias de todo tipo, cobija al solitario y da calor al que no tiene techo ni un trozo de pan con el que alimentarse.

La Navidad que viene

  El ambiente está cargado, algunos llevan la ilusión, la esperanza, las ganas del encuentro y las horas de celebración; otros, sin embargo, aunque en otros momentos renegaron se agarrarían al último eslabón si pudieran, recorrerían la cadena entera y volverían a soñar de nuevo despiertos. Pero puede que la mayoría se deje llevar por el brillo, algunos quedarán ciegos y otros preferirán no abrir los ojos hasta que el día 8, después de esta borrachera continua, nos haga empezar a subir la cuesta.  Abundan las palabras y escritos en estos días, habitual se hace el decir unas cuantas frases, golpear la espalda a quien en otros tiempos ni se nos hubiese pasado por la cabeza, un apretón de manos para los serios y formales y un abrazo sentido para los cercanos.  ¿Qué harán los enamorados en estos tiempos donde tanto acercamiento hay? ¿Se repartirán los besos, los acercamientos, se querrán más y darán más expresividad a los sentimientos? ¿Serán más felices por la envolt...

De Carmen y hueso

  Bueno, ¿por dónde empiezo?, ya empecé y creo que voy a continuar. No sé cómo agradecerte, a ti y a la vida, lo que tengo.  Cierto, te has ido y he llorado en la calle, entro al 24 h y lloro porque los camareros me conocen de ir contigo, por los momentos y los recuerdos. Llego a mi casa y veo lo del sobre y vuelvo a llorar. Llamo a mi madre y al decirme lo feliz que fue anoche de verme contigo otra vez me salen las lágrimas. Me dice que se te ve muy buena persona, y sigo porque no puedo hablar. Me comenta que tengo que disfrutar de lo que tengo y que ella sabe que te echo de menos y que viviría contigo y sí, no tengo palabras, sólo me salen lágrimas de sentimiento. Porque nadie ha hecho lo que tú conmigo, ni me ha dicho las cosas que tú dices, ni haces con mis hijas lo que haces.  ¿Acaso hay alguna palabra de englobe todo? La tuya. El amor que remueve y vence lo que se ponga por delante. Derrumba castillos, para ríos y calma las aguas bravas. Ha puesto mi vida, ...

Te siento

  Te siento como si te hubiera conocido de antes, o no, quizá es que te siento muy adentro. Tampoco es que nos hayamos visto muchas veces, las que hemos podido por las circunstancias. Puede que sean las miradas y las caricias, haber caminado a tu lado y no sólo con el cuerpo. Sentir que el amor está en el aire cuando nos vemos y un halo nostálgico me envuelve con tu partida. Ideas, pensamientos, opiniones, charlas para dar claridad a los hechos pasados y presentes, no ir más allá de un futuro cercano para saborear los momentos. Entender y hacerme entender la vida. Enseñarme que la paciencia y el no enfrentamiento, palabras innecesarias en algunos momentos, no llevan a ningún sitio. Tenerte a mi lado es un lujo, un regalo que me ha dado la vida. Aceptar, me dices, no sé si lo hago o no. Tu mente quisiera para saber llevarlo todo bien. Te digo que te quiero, es así. Mucho, te vuelvo a decir, y te doy besos pequeñitos por esa cara que tan bien huele.

Amor es lo que siento

  Amor es lo que siento cuando te siento. Admiración es lo que siento cuando de ti salen palabras que inundan el cielo. Quererte es lo que siento cuando me das la mano y en un susurro me dices lo que me quieres. Un nudo en el pecho al olerte, estremecerme contigo cuando eres paciente, calmando mi ansia, colmándome entera, apaciguando el ímpetu de querer ya una respuesta. Dormir a tu lado, oírte entre sueños, despertar dejando en el aire el amor y las caricias, las palabras, las lágrimas de sentir sin decir nada. Nunca sintiendo lo que siento en la vida lo he sentido.  Sentir que siento contigo y como te siento.  Mi corazón ha crecido, será por las carreras y por lo que he sentido y siento cuando te siento.

El retorno

  De todo se vuelve pero hacia algunos sitios vamos y nos quedamos. ¿Un consejo? Ninguno. Dejarse llevar por el instinto, el sentimiento, el recuerdo, la nostalgia, las risas, las caricias, las palabras, los gestos, lo que vemos de las personas, ¿De quién? ¿Sinceramente? De todos aquellos que entraron en nuestra vida en un momento, los que salieron porque si, los que te dejaron y los que se quedaron y todavía están. Retornar a la vida desde todos los ángulos, porque se renace después de cualquier tormenta, porque hay que hacerlo forzosamente y porque alguien nos empuja. Ahora el retorno se mira con los ojos de ayer, de un recuerdo ya pasado, esperándonos sentado a que veamos que el seguir es necesario. Queda la vida paralela, la que se cree pero no se cree porque es la dulce, la amigable y la amorosa, donde sólo hay felicidad y totalidad plena. Subir a lo alto de la escalera y ver el horizonte limpio, el mar en calma, el sonido del viento y una gaviota. La vida me deja sabo...

Por muy poco... un año

  Si lo detallamos hay muchos momentos, puede que todos distintos, cargados de emociones varias y pasando por lágrimas, risas, tristezas, alegrías, dudas, y preguntas a veces sin respuesta.  Es verdad, quedaron aquellos encuentros entrañables, risueños, conociéndonos en cada uno, aportando vivencias pasadas, dolorosas y anecdóticas. Casi al año, madurar la relación y conocer más al de al lado para ver si seguimos encajando los dos de la mano.  Alguna pregunta y sensación que se tiene y no se dice.  Hombre y mujer, diferentes en cuerpo y pensamientos, sensaciones y emociones, entendimientos y percepciones, diferentes sensibilidades.  Situarse en lo extimio, difícil, aceptarlo, llevarlo, vivir en el interior y salirse a lo externo cuando toca o te sacan porque no es el momento de estar. Saber en cada momento cual es el lugar y encontrar la puerta de nexo, duro y difícil. Lleva un año y no termina. La noche leyendo el pasado y pensándolo. El nuestro....

la Navidad

  La Navidad, la época del año donde gusta y disgusta, donde se ríe y se llora, donde se separan y se unen amigos, compañeros y familiares, donde unos cerrarían los ojos para que todo este alboroto de luces, fiesta, gastos innecesarios y comilonas se fuera de golpe. Para otros, momentos de tantos recuerdos de otra época feliz o quizás no pero no agradables. Aquellos que entran en edad de dejar a los familiares y tirarse a la calle a celebrar la algarabía de un nuevo y prometedor año. Tantas formas de celebrar, de pasarla, que ya no somos los mismos de antes. Ahora que los años me han pasado llenos de anécdotas y que he llorado y reído, añorando lo perdido, lo dañino y soñando con lo que siempre he querido. Renegar de todo lo que he escrito, sí, pero no del amor que acompaña junto a la Navidad. Echar de menos sentirse amada y amar, acompañar esta locura de días con la persona con la que mejor puedes estar, haciendo que el desenfreno de estas fiestas sea llevadero, que las luces pued...