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Mostrando entradas de febrero, 2023

¿Qué me gusta de ti?

Todo es una palabra demasiado amplia?  Bueno, no sé, porque me encanta estar contigo, tu forma de ser, de comportarte, tus comentarios, tus frases cortas y chistosas, esas ocurrencias únicas, tu inconfundible manera de caminar, tus poses fotográficas, tus manos, tu compostura y posturas, tus comidas, tus besos, abrazos y caricias.  Me gusta sentirte cerca, caminar a tu lado y verte en mi espacio íntimo, tenerte en mi casa y hacerte lo que esté en mi mano para hacerte feliz y ayudarte en lo que pueda. Y hace un año te preguntaba, eso que siento es amor? Pero del bueno? Me decías si. Y ahora te digo: sigue siendo amor del bueno?, pero ahora te respondo yo, si, del mejor y cada día que pasa y cada encuentro contigo está lleno de confianza y amor.

No hace falta

  No hace falta que me pidas lo que me pides, ni que me digas lo que quieres, ni lo que dices. Tan sólo nombrarlo, tan sólo verte y mirarte y besar tus labios, tan sólo recordarte y tan sólo tocarte. Entonces las palabras sobran porque los cuerpos se nombran. Se borran todos los recuerdos y aparecen los nuevos, los del momento, los que perduran, y lo harán en un futuro, de ese del que te acuerdas y del que yo no quiero imaginar. Ahí, donde tú sabes que me acomodo y me recompongo, en ese triángulo de tu cuerpo, donde las fragancias se inhalan y los sueños dejan de serlo. Entonces ¿para qué pedir? Si tan sólo con mirarnos todo se desvanece, a mí por lo menos, y ya no tienes que preguntarme sino acariciarme y besarme, cogerme de la mano y hablarme cómo tú sólo haces.

Febril andas

  Buenas noches bello durmiente, perjudicado está tu cuerpo, acatarrado y algo febril andas, caminas por las calles, te paras en los escenarios que captan tu atención y dejas la huella inmortalizada en tu teléfono. Medio agachado, con las dos manos sujetándolo y sin moverte, afinas el encuadre y disparas a lo que tu imaginación guardará en tu biblioteca para luego exponer a tu público lo que tú llevas, animándolas con tus circunloquios unas veces y otras no.  Eres un ser único en muchos aspectos. Es verdad que te observo, miro tus movimientos, cómo hablas y te expresas y lo que tus manos tocan. A veces, a tu lado me sorprende, te lo he dicho muchas veces, cómo te fijaste en mí, yo, que apenas soy consciente de mis fortalezas, pero sí de mis debilidades, tuviste el coraje de acercarte.  Eres diferente, totalmente, sensible y a la vez sensato, cercano, pero también distante cuando lo que quieres es enriquecerte de la vida, amigable y solitario, no te hace falta llevar a...

En este día

  En este día tan así no te digo feliz día. Tú mejor que nadie conoces lo que es el amor, enamorarse, querer en el buen y amplio sentido. Así que para qué, a ti, decirte, nombrarte lo que es este día, lo que tendría que significar no hoy sino todos los días. Y para colmo, lo han comercializado, cosa que me da más grima, o sea que nada. Yo prefiero seguir en mi línea y celebrar lo que la mayoría no celebra y felicitar cuando nadie lo hace. Esto, este día como los que son así todo el año. Lo más importante que te quiero decir es que espero que estés bien, que hayas descansado y que todavía te quiero.

Dos horas sin tu presencia

Tú quieres, querías, porque ya me lo dijiste, que tu presencia bañara mi casa, dejar un halo de ti en cada estancia, que así te recordara, y así lo hago. La manta, al taparme, seguía caliente por tu cuerpo cuando en mi cama dejaste vencer al sueño y entre nubles y claros de tu memoria, muchos minutos pasaron, te oía y te oías, pero no quería despertarte. En la silla de la cocina, la misma en la que me siento a degustar el primer café de mi mañana o más bien mi madrugada, en la que te cuento mi noche, mis sentimientos y donde te digo que te quiero y te extraño unas veces más que otras, también estás tú. En el baño, si abro el cajón donde guardo esas pinturas que apenas uso, mis cosas de higiene y aseo, allí veo parte de ti. Has dejado tu huella, la que te delata y deja entrever que te has ido colando en la vida de los habitantes de esta casa. El salón donde has compartido mesa y mantel con las personas que más quiero y con las que más unión tengo, para ser uno más de ellos. Si, en todos...

Me voy callando

  Llevo más de dos días intentando saber por qué me voy callando, metiéndome en mi mente y hacer un barrido desde ese día 8 que nombras tanto. He pasado por tantas emociones y he tenido de todo que ahora, en mi tranquilidad, con los sentimientos más calmados, y pensando, tengo que callar algunas veces. Lo que sí sé, lo sé. Igual que tú expusiste ayer. De momento me lo guardo. Seguirá siendo mío hasta que lo suelte verbalmente o por escrito. Hay veces que me voy a mi relación con mi ex. Vivir en pareja, se comparten muchas cosas, yo compartía comentarios del día a día, trabajo, sentimientos, hijas, amigos. No era casi perfecto por eso se acabó. Era otra relación. Vivir bajo el mismo techo no significa que hables más o que haya mejor comunicación, eso también lo sé. Era distinto.  Que tú me consideres tu mujer, es muy grande. Soy tu pareja actual.  Te empeñas algunas veces en seguir recordando ese día 8 y el año que llevamos. No vivimos juntos. No creo que lo hagamos....