Cartas a José María

  Hay hechos del pasado que vuelven, algunas veces porque hablamos de ciertos temas y caen a colación, otros porque siempre están ahí y de vez en cuando la mente es así de cuca. Intento controlar mi mente en ciertos aspectos, pienso en el pasado, no me hace muy bien porque pienso en si mis experiencias del día a día han sido ya experimentadas por alguien anteriormente. Sabiendo lo que sé de ti, como eres conmigo que soy consciente, y también que cuando has querido a alguien de tu pasado te has comportado igual y quizá no me lo digas por no hacerme daño, pero no es la primera vez que siento que tus palabras no han sido la primera vez que salen de tu boca, que tus fotos, aunque te salgan y no las elijas a veces también han sido expuestas anteriormente. ¿Me equivoco? No sé. Sólo sé que he visto tu funcionamiento, que te respeto por cómo eres, pero sé cuáles son mis barreras. No quiero tampoco que me tengas que demostrar más hechos de amor para que me quede tranquila y se me vaya...

Hoy es lunes como otro cualquiera, pero no es igual yo no quiero estar como todos los lunes porque hoy no es igual hoy no hay eclipse, aunque eclipsada estoy una sonrisa me sacas que me hace sonreír y ver este lunes intenso tan corto que me hará repetir.   Quisiera que hoy lunes volviera a salir esa mente prodigiosa que me hace compartir. Mil versos o besos también te daría a ti, de esos que me hacen sentir. No sé cómo se hacen hoy lunes los besos sin ti y yo mando a mis vectores para que lleguen a ti. He vivido lunes sin ti y he notado el lunes en mí. Hay lunes más tristes porque quizás no intuí y otros donde queda el recuerdo de esos besos sin fin. Hoy podría ser uno de éstos, pero no es así. Ayer estabas enfermo y fui yo la que te di esa mano de ayuda para que recuperaras el domingo y ver al lunes salir. Hoy lunes sigo queriendo no a cachos ni a ratos, sino en un lunes sin fin, donde sigue la semana y mi amor tampoco tendrá fin. Puede que no te vea ha...

Da igual que te digan lo que es, da igual lo que tú pensabas antes de conocerlo, da igual lo que hayas visto en los demás, amigos, familia… Tiene que llegar a ti, sin tú pensarlo ni buscarlo. Tiene que ser del bueno. ¿Pero cómo lo sabes si nunca lo has vivido? Entonces hablas con quien tienes que hacerlo, para que veas que las decisiones que tomaste anteriormente no eran las acertadas  y sin saberlo, pero era un aprendizaje. Entonces de repente eres consciente porque te paras, vas caminando y miras atrás y lo ves, ves que todo lo que ha pasado en tu vida fue de una forma que no era la correcta, nadie te había enseñado desde bien niña que ya así con un progenitor las cosas no funcionarían, pero así fuiste creciendo y pensaste que era así. El amor había que ganárselo de la forma que una quisiera y cómo mejor pudiera. Pero no, el amor no se paga, no tiene precio, tan sólo quien te quiere de verdad y que siente amor por ti te lo da sin nada a cambio, sin pedir ni mendigar ni ro...

  Cualquiera querría un chollo en su vida, puede que sea mejor que un premio gordo mayor que te toque la lotería o la primitiva donde se juega más dinero. Coloquialmente cuando nos referimos a alguna persona es porque aparece alguien en nuestra vida que nos soluciona muchos problemas o eso es lo que entiendo yo. Si una pareja empieza y hay diferencia de edad, o hay diferencia económica o socialmente ocupa un lugar privilegiado alguno de los dos, decimos que vaya chollo ha encontrado el que salga ganando económicamente hablando o socialmente o si es por edad, porque a lo mejor uno de ellos ve su futuro más liviano. Pero aparte del chollo, que lo hay, supongo que habrá otros valores, otros sentimientos que no sean sólo estos por los que se mueve el ser humano. Hay tantas especies en el planeta y tantos seres humanos que supongo que de todo hay y una mezcla llevamos dentro. Creo suponer que depende del momento, de las circunstancias, del día y del momento y de lo que se nos ...

  Detrás de los días sin nada empiezan a salir otros donde un rayo de optimismo, aunque esta palabra no me hace mucha gracia, un algo de ilusión y de esperanza empiezo a sentir. Tampoco sé por qué es así, quizá sean mis palabras de autoayuda, quizá sea sentirte, quizá sea porque te quiero, quizá sea porque es así y mejor no darle más vueltas a la cabeza. El hablar aclara la mente y se disipan las dudas que enturbian el día de la nada. Las palabras entran por esa hendidura que apenas se abre los días grises y el estímulo me dice hola otra vez. Hay momentos en los que la mente sigue por caminos que mejor ni nombrarlos, otros donde uno se dice que hay que seguir y otros donde se ve el arcoíris. Con un poco de esto me conformo, con un poco de luz y de esperanza puedo seguir viviendo y hacer frente a lo que venga. Con un poco de entendimiento sobran las palabras y de nuevo el oído se abre para sentir tus palabras. El alma me da la enhorabuena por comenzar la mañana, teniéndola e...

  Hay días en los que hay todo y otros donde la nada se adueña de tu vida, de tus sensaciones y sentimientos. Como si se hubieran evaporado y sin darnos cuenta ya no están o no están como antes. Porque lo que tú necesitas ya no sabes dónde está y donde lo que veías claro ahora está turbio. ¿Pero por qué hay que estar así o tener la sensación de vacío? ¿Serán las circunstancias que acompañan, cómo nos tomamos las cosas, las palabras que oímos y las que no se dicen? ¿Qué es lo que no aprendemos o si lo hacemos se olvida con los años? Pasan los días sin nada y no es lo que queremos, son las etapas de nuestra vida, una vida que a veces nos asusta y otras nos sorprende, nos deja con un gusto amargo mezclado con lo dulce y ácido y amargo. Y los minutos de esos días pasan, y vas viendo que no hay nada o puede que hay un todo que nos tape la nada, el vacío que sentimos por el anhelo de lo que no tenemos. Pero hay días en los que la nada nos acompaña, camina a nuestro lado, es n...

  ¿Me admiras, te admiro, nos admiramos? Puede que todo eso nos pase después de cinco meses. Admiramos del otro lo que nos da porque quizás nosotros carecemos de aquello que se nos ofrece. Dicen que detrás de un hombre hay una gran mujer. No sé, no me gusta entrar en generalidades, tan sólo después de conocer a ambos se puede dar una opinión. También dicen por ahí que detrás de una mujer hay un hombre que la admira, o no. ¿Y si es una mujer de escaparate la admira más? ¿Por qué habría que estar en un escaparate para ser admirada más?   ¿Acaso la que está a nuestro lado no nos satisface y tenemos que desviar la mirada hacia otra porque ésta nos despierta algo inexplicable? Puede que la del escaparate no hable y sólo se exponga a las miradas ajenas. Puede que la hayan puesto ahí para despertar en los hombres un deseo diferente y en las mujeres un deseo de ser como ellas. ¿Puede que la del escaparate con vida sea así porque le gusta ser mirada? ¿Qué no tienen es...

No sé cómo, pero hay veces que no sé qué contar, tan sólo es una palabra la que me hace pensar y las ideas puede que empiecen a brotar. No es por nada ni por nadie, pero sí, es por ti, tú eres quien me hace que se despierte todo mi mundo. Todo estaba dormido, no podía leer, ni escribir y ni pintar, sólo pensar. Mis pensamientos te buscaban porque sabían que había alguien que me haría volver, no lo encontraba. Muchos años han pasado hasta que te sentí, porque tus palabras se juntaron con las mías y la historia empezó a salir. Con las yemas de mis manos te dibujaba antes de verte y después ya lo viví, y  yo también te escribí y lo sentí. Mientras te recorro el cuerpo con mis manos te voy leyendo y me leo a mí misma. Cogerte de las manos y mirarlas y acariciarlas me inspira, me llena y como te digo hay cosas que no entiendo al sentirlas con las mías. Con éstas sigo tu cuerpo y recorro los labios que tanto me gustan. Y sí, mis brazos te alcanzan y te abrazan. Y sí, escribir qui...

  Si rememoro puede que llore, si no lo hago puede que llore. Lloricarmen me llama, pero es que salen solas. Solas salen y no puedo evitarlo, de pensamientos positivos tengo que bañarme y no pensar en los otros. Lo que vivo ahora es lo que tengo y dar gracias es lo que debo. Es que nadie sabe lo que mi corazón late ni lo que siente. Sólo las lágrimas saben que tienen que salir, no son de pena, son por descubrir y sentir. ¿Acaso esto es el Amor? Se me desbordan y no puedo evitarlo. La vida sabe lo que me espera y agradecida he de estar de haberlo sentido. No sé lo que sentirán los otros, no estoy dentro, pero yo nunca lo he sentido. Cincuenta años han pasado, ni con uno cuando era pequeña, ni con el otro, sólo contigo. Saber y conocer cómo me tratas y lo que me haces sentir. Siguen saliendo las lágrimas y no tienen fin. Tú sabes que no son de pena sino de Amor por ti.